Si habéis visto la película ‘Chef’ (2014), dirigida e interpretada por Jon Favreau, entenderemos que ahora, al igual que nosotros, también vosotros queréis montar una food truck; o lo que es lo mismo -o al menos si traducimos literalmente- “caravana de comida”, es decir, una furgoneta de venta de comida ambulante. Pero de las nuevas, no de las antiguas de perritos calientes; las de ahora cubren una necesidad gastronómica especial con delicias que son difíciles de encontrar incluso en un restaurante “normal”.
La moda de las food trucks
Debemos reconocerlo: los food trucks están de moda en España, y aunque todas las modas llegan tarde a nuestro país, en este caso más vale tarde que nunca porque los food trucks son una idea genial para disfrutar de la mejor gastronomía y llevar los mejores platos a otros lugares y personas de forma rápida, original y, sobre todo, divertida.
Si eres de los que no cocinan, no te pierdas las iniciativas y la agenda de tu ciudad porque es seguro que en los próximos meses se harán concentraciones de food trucks en ella, si no se han hecho ya. Pero si eres de los que, además de conducir, te gusta cocinar y crees que tienes algo que ofrecer en este sector, puede ser que un food truck se convierta en tu mejor opción de empleo.
Quizá tu futuro como emprendedor te está esperando en un food truck, un negocio que marcha sobre ruedas -¿cómo dejar pasar el chiste?-, sobre todo si tenemos en cuenta que montar un restaurante es infinitamente más caro que equipar una de estas caravanas.
De hecho ya hay empresas que las venden -por algo más de 14.000 euros-, e incluso alquilan este tipo de furgonetas con todo lo necesario para preparar y servir cualquier plato que se nos ocurra.
¿Cualquiera? Bueno, antes de lanzarnos a la aventura de montar un food truck debemos tener en cuenta varias consideraciones, entre ellas, qué es exactamente lo que vamos a servir.
Diferentes tipos de alimentos requieren distintos tipos de herramientas para cocinar. Lo importante es definir bien un menú o una variedad limitada de platos.
Lo aconsejable para montar un food truck es tener experiencia en el sector de la restauración porque, aparte de ser móvil, un food truck no deja de ser un restaurante con las mismas necesidades.
Y todo el mundo sabe que no se puede hacer de todo en cualquier restaurante: la especialización es fundamental, de modo que pueden darse tantas clases de food trucks como platos se puedan imaginar.
De acuerdo, una vez que hemos decidido qué vamos a cocinar y con qué, tenemos que pensar cómo vamos a desplazarnos. Porque las herramientas culinarias se han de poder mover de un sitio a otro y a lo mejor la caravana escogida no es la adecuada para hacer muchos kilómetros o acarrear con un gran peso extra; no dejéis de tener en cuenta este detalle que os ahorrará muchos problemas en el futuro.
Para ello, como hemos dicho, podemos comprar una caravana de comida ya totalmente equipada o comprar una caravana o furgoneta y montarla a nuestro gusto, vaciando su parte trasera.
¿Caravana equipada o sin equipar?
Ambas opciones tienen sus ventajas lógicas (mayor control del montaje de la cocina, potencia del food truck adecuada al peso que transporta…), pero también inconvenientes que básicamente están definidos por la cifra de la inversión: no es lo mismo montárselo uno mismo que adquirir un food truck ya totalmente equipado.
Ah, por cierto, antes de lanzarnos a la piscina definitivamente con el menú que hemos desarrollado debemos tener en cuenta el mercado al que vamos dirigidos: tenemos que asegurarnos de que la idea que vamos a desarrollar tiene posibilidades de triunfar porque si no es así, mejor guardamanos nuestro dinero para una inversión con mayor recorrido.
¿Y cuál es la mejor manera de probar el público objetivo al que nos dirigimos?
Pues muy fácil: alquilando un food truck y testar nuestra idea en eventos gastronómicos variados. Si los resultados son satisfactorios, puede que hayamos encontrado un nicho de mercado para nuestra propia caravana.
Para esto último, y a diferencia de las furgonetas de comida de antaño, es fundamental tener una marca propia presente en las redes sociales. Como se aprecia en la película que comentábamos al principio (por cierto, si no la habéis visto, vedla justo antes de cenar… nos lo agradeceréis), la importancia de internet para las food trucks es fundamental porque publicita y da a conocer nuestro negocio a un público que actualmente está muy receptivo a este tipo de ideas.
Todas estas consideraciones se aúnan a otra que no podemos pasar por alto: las diversas normativas con respecto a la venta ambulante de alimentos que existen en cada municipio.
Porque en España no existe ninguna clase de reglamentación a nivel nacional para este tipo de negocios, por lo que el propietario de un food truck tiene que tener en cuenta las normas municipales de cada localidad que visita con su sabrosa caravana, así como la necesidad de disponer del carnet de manipulador de alimentos (esto último suponemos que ya os lo imaginabais).
De igual modo, hay que tener en cuenta las diversas modalidades sociales a la hora de legalizar un food truck: es decir, estar al corriente de pago en las tasas municipales, en la Seguridad Social y en el seguro de responsabilidad civil; si debemos ser autónomos, una sociedad limitada, anónima…; estar dados de alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), etc.
Todo esto depende de cuáles ventajas e inconvenientes valoremos, nuestra inversión previa, si vamos a tener trabajadores a nuestro cargo… El asesoramiento legal en todos estos aspectos es fundamental y a menos que además de un mago en los fogones seamos un genio en todo tipo de licencias y permisos tanto económicos como sanitarios, deberemos consultar con alguna empresa especializada en el sector para que nos ponga al día y no nos pillemos los dedos.
Para finalizar, una última recomendación: si todo va fenomenal y el negocio funciona a las mil maravillas, no podemos olvidar que necesitamos disponer de un local que sirva al negocio de sede.
Porque en alguna parte tendremos que almacenar los ingredientes y las materias primas de nuestros platos, por ejemplo. Eso, o tener en casa un gran espacio con un congelador enorme. Aun así, esto también depende de qué platos estemos sirviendo a los fanáticos de los food trucks.
Si tenéis en cuenta todo esto, y montáis un food truck, por favor, no dejéis de darnos un toque: cualquier invitación para comer vuestras delicias será más que bienvenida.