Actualmente el uso de materiales reciclados para construir, por ejemplo, casas modulares, casas prefabricadas, cabañas, así como otros tipos de construcciones más ligeras; casetas de madera, jaimas, tipis…, es la respuesta del sector a una mayor conciencia social por el respeto medio ambiental y el uso sostenible y más inteligente de los recursos que dispone el planeta.
Cada vez más personas se interesan por este tipo de viviendas ecológicas construidas con materiales reciclados buscando alternativas ocupacionales que hasta hace poco no tenían una respuesta ni una clara oferta. Una demanda que, en puros términos económicos, no encontraba oferta alguna que la satisficiera y que por fortuna ya no es así.
El uso de los materiales en la humanidad
Para pensar en la evolución que hemos seguido hasta llegar a estas nuevas viviendas podemos pensar en el pasado que hemos dejado atrás. La historia de la habitabilidad humana ha estado delimitado claramente, desde el momento en el que el primer ser humano tomó la determinación de edificar para reguarecerse de los elementos una vivienda, por un factor esencial: el uso de los materiales más abundante de su entorno.
Así, desde que el hombre abandonó las cavernas -aunque no para siempre; debemos recordar que construir una vivienda en la entrada de una cueva, como en la localidad de Baza (Granada), se ha hecho hasta hace relativamente bien poco por las grandes ventajas que comporta: desde su uso para guardar el ganado hasta como despensa fresca para almacenar los alimentos.
Se ha empleado numerosos materiales para la construcción cuyo listado ha abarcado, y abarca, dependiendo del desarrollo técnico de cada época, desde el barro y la paja, hasta los excrementos de animales, pasando por la piedra, el mármol, el hormigón, el acero, el cristal…
La ciencia y los materiales de construcción
Sin embargo, con los avances que la ciencia de hoy en día nos pone en nuestras manos podemos contar con viviendas construidas con materiales menos dañinos, más sostenibles, que se acomodan mejor al entorno natural y que además son reciclados, de modo que no se gasta en materia prima, sino únicamente la energía necesaria para su reutilización. Esto, de nuevo si solo miramos el vértice monetario, supone un tremendo ahorro para las personas que vayan a construir la vivienda.
Porque los materiales alternativos reutilizados o reciclados son más baratos y cada día más fáciles de conseguir; cada vez existen más empresas que ofrecen este tipo de materia prima, acondicionándola para su uso en la construcción.
Empresas dedicadas al reciclaje con el que configuran todas los elementos necesarios para edificar una vivienda, desde los suelos, a las paredes, pasado por el tejado, aislantes, mobiliario, cañerías, etc.
Por muy paradójico que parezca, la tendencia de construir con materiales reutilizados proviene de países con un menor desarrollo industrial, quizá porque en dichas zonas no se han perdido totalmente las formas tradicionales de construcción, las cuales suelen estar estrechamente relacionadas con los postulados ecológicos y de menor gasto económico.
Desde luego, construir con recogidas del terreno en el que se va a edificar es más ecológico y barato que comprar un camión de hormigón. O, incluso, edificar viviendas que, en lugar de ladrillos, sus paredes estén hechas con botellas de plástico. Por increíble que parezca, existen.
Una nueva forma de pensar en la construcción de viviendas que ha hecho posible que materiales que en ningún momento se pensaron para su uso en la habitabilidad sean hoy en día una materia prima más con la que contar para desarrollar un hábitat humano. En este sentido, uno de los ejemplos más famosos son las casas modulares compuestas con base en los contenedores portuarios.
La clave es pensar que prácticamente todo se puede reutilizar: desde el cristal y los metales, hasta la madera. La eficacia técnica ha hecho que el aprovechamiento de los materiales sea absoluto, por lo que podemos edificar cualquier vivienda con elementos reciclados al cien por cien.
Neumáticos, chatarra, bambú, pasta de papel, palets usados, aluminio de latas de refresco, arena compactada, barcos que son transportados a tierra y reconvertidos en casas… en este asunto la imaginación es el único límite. Incluso se están aprovechando los grandes silos que se usaban para guardar el grano para habitar su interior. Un gran espacio con el que se obtiene una vivienda original y respetuosa con la naturaleza.
La ventaja de contar con una vivienda con materiales reciclados
Las ventajas son claras: más económica, mayor respeto medioambiental reduciendo el uso de los materiales de construcción habituales que por norma general contaminan más y destrozan el medio ambiente (solo hay que pensar en una cantera de mármol a cielo abierto); además, por regla general se adecua al espacio en el que va a estar situada…
Las desventajas
Las desventajas son otras: sobre todo dependen de qué material reutilizado se emplee para su edificación. No es lo mismo mantener caliente una casa modular fabricada con un contenedor marítimo que una casa cuyos muros sean antiguas ventanas de madera (sí, también existen estas casas). De igual modo, una vivienda hecha de aluminio no tiene las mismas necesidades de cuidado que una cabaña levantada con madera reciclada.
Por ello, a la hora de adquirir o plantearnos edificar nuestra propia casa fabricada con materiales reciclados tenemos que tener en cuenta qué uso le vamos a dar, dónde se va a situar (el clima, el suelo, las precipitaciones…), si va a ser de una única planta o de varias, las comodidades de las que va a disponer, etc., porque de este modo sabremos qué materiales reutilizados debemos emplear conociendo en todo momento lo que podemos esperar de ellos.
Así, reducir, reutilizar, reciclar, es la clave para contar con un nuevo tipo de vivienda que sustituya a las que actualmente se llevan a cabo y sin tener que renunciar a ninguna de las comodidades modernas. De esta forma viviremos más acorde a nuestra propia consciencia, sabiendo que dejaremos un mundo mucho mejor para las generaciones venideras, algo que no es baladí y que poco a poco, por suerte para todos, cada vez tenemos más en cuenta.
Una vivienda hecha con materiales reciclados es, en resumidas cuentas, un canto a la inteligencia y la esperanza humanas como especie.