Las casas ecológicas se han convertido en un área de interés cada vez mayor en el mundo de la construcción, con el objetivo de abordar cuestiones medioambientales y de sostenibilidad relacionadas con la energía, el agua y los residuos.
Las certificaciones de contrucción ecológicas y normas de edificios verdes se han desarrollado como una forma de mostrar y demostrar que se han llevado a cabo un alto nivel de prácticas sostenibles y ecológicas para construir una edificación.
Entre las certificaciones ecológicas más conocidas en Europa y en España están la Passivehouse, BREEAM y LEED, que evalúan y otorgan calificaciones en función de la puntuación recibida.
Sin embargo, hay una serie de nuevas acreditaciones de edificios sostenibles, algunas de las cuales también se centran más en la salud y el bienestar de las personas que utilizan el edificio.
¿Qué diferencia hay entre certificación ecologica y de eficiencia energetica?
Aunque ambos están orientados a la mejora del rendimiento de los edificios, no debe confundirse certificado ecológico con certificado energético. El primero se refiere al conjunto de procesos y aspectos de una construcción y el segundo es específico para el ahorro y eficiencia energética (el cual es obligatorio desde el pasado 3 de junio de 2021 en edificios de nueva construcción).
Eso no quita que ambos certificados puedan ser complementarios: un edificio sostenible también será eficiente energéticamente.
Principales certificados ecológicos
Estas son las certificaciones de construcción ecológica más populares:
- BREEAM
- LEED
- Certificado Passivehouse
- Fitwel Standard
- Active House
- Certificación DGNB
- Living Building Challenge
BREEAM
Este método de evaluación fue lanzado en 1990 por el Building Research Establishment (BRE).
Se trata de un certifiado adecuado tanto para las nuevas construcciones como para las reformas, en el que se muestra una evaluación del rendimiento medioambiental de los edificios en nueve categorías.
La evaluación tiene en cuenta no sólo el diseño y la construcción del edificio, sino también la forma en que se adquirió y el funcionamiento del mismo.
Las calificaciones permiten comparar y evaluar el comportamiento medioambiental con el de otros edificios similares.
LEED
El sistema de certificación LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental) fue creado para certificar a aquellos edificios que han alcanzado criterios específicos de construcción verde, como el ahorro de energía, la eficiencia del agua y la reducción de las emisiones de CO2.
Al igual que BREEAM, la certificación puede concederse tanto a las nuevas construcciones como a las obras de rehabilitación.
Certificado Passivehouse
El Passivehouse es un estricto conjunto de normas relacionadas con el rendimiento energético (además de principios de diseño y construcción), que garantizan que un edificio utilice un 80% menos de energía que los edificios tradicionales.
A diferencia de otras certificaciones, en Passive House no hay calificaciones: o se cumple el estándar o el edificio no puede obtener la certificación.
Fitwel Standard
Fitwel pretende optimizar las oportunidades de mejorar la salud de los ocupantes de los edificios.
Utilizando una serie de tarjetas de puntuación en función del tipo de proyecto, Fitwel proporciona estrategias de diseño y funcionamiento que mejoran los edificios alternativos al abordar una serie de comportamientos y riesgos para la salud.
Active House
La certificación Active House es una certificación holística que tiene en cuenta la sostenibilidad medioambiental de un edificio, así como el impacto en sus ocupantes.
La visión de la norma Active House es fomentar y enfatizar la necesidad de diseñar edificios que sean saludables y confortables para las personas que los utilizan, y que al mismo tiempo sean eficientes energéticamente y respetuosos con el medio ambiente.
Certificación DGNB
El sistema DGNB mide y evalúa por igual el rendimiento de un edificio con respecto a la ecología, la economía y los aspectos sociales.
Como sistema de certificación increíblemente avanzado, el DGNB tiene en cuenta una amplia gama de criterios, como la generación de CO2 de fuentes externas y una evaluación del ciclo de vida.
El objetivo es permitir que se construyan y gestionen edificios mejores, enfocando la sostenibilidad como parte integral de cada proyecto de construcción.
Living Building Challenge
El Living Building Challenge es una norma ambiciosa que desafía a los edificios a innovar y crear impactos ambientales positivos, en lugar de mitigar los negativos.
Para ser clasificados como tal, los proyectos deben demostrar que han logrado un balance positivo de energía, agua y residuos. Es decir, deben generar más energía de la que consumen para compensar cualquier efecto negativo del edificio.
Esto se mide a través de siete categorías de rendimiento, incluyendo el lugar, agua, energía, salud y felicidad, materiales, equidad y belleza.