Las motivaciones de volver al pueblo y al entorno rural son dispares, y aunque quizás ahora sumergidos en una pandemia omnipresente sea algo que muchas personas han debatido o puesto en la mesa como opción, existe otros motivos como los económicos y la salud física y mental, y no por culpa de la pandemia.
Algunos de estos motivos pueden ser:
- La subida del alquiler que se espera en torno al 5 % para este 2022, más la subida del IPC en un 5,6 % hace que, en muchas localidades de España, los jóvenes no se puedan independizar causando mucha frustración. Además, la subida de la luz, gas, peajes y cuotas de autónomos y el sueldo limitado, estrangulan a los ciudadanos que de cuatro de cada diez españoles ganan menos de 1.000 euros al mes.
- El ruido y la contaminación puede pasarse por alto, ya que tenemos tan asumido e interiorizado estas circunstancias negativas que pueden pasarse por desapercibido, pero en ciertas ciudades esto es una agravante para la calidad de vida. De hecho, el ruido es segundo factor de estrés ambiental más dañino para nuestra salud, el primero es la concentración de NO2 debido a gran medida a la contaminación de los coches y las carreteras.
- Por otra parte, el estrés y los problemas de vivir en una ciudad: la saturación del modelo rotativo sin objetivo de vida más que consumir y producir – producir y consumir, el enganche a las redes sociales, la socialización virtual, el trabajo precario, los pocos espacios abiertos y naturales… Son los ingredientes necesarios para un coctel molotov provocando, que junto a desesperanza de la Covid-19, muchas personas hayan sufrido ansiedad y ataques de pánico.
- Otro motivo puede ser la falta de trabajo o de oportunidades. Volver al campo puede ser una opción como fuente de ingresos y una esperanza de estabilidad económica.
Sea cual sea el motivo principal, volver de la ciudad al pueblo tiene un nombre: neorruralismo.
¿Qué es el neorruralismo?
El neorrulalismo no es nada nuevo, es un fenómeno que siempre ha existido: la emigración al entorno rural desde la ciudad. Pero ahora, más que nunca ha sufrido una gran demanda por parte de ciudadanos que quieren abandonar el estilo de vida de la urbe junto al miedo de futuras pandemias, aunque todo tiene sus ventajas e inconvenientes.
Ventajas y desventajas de vivir en un pueblo
Ventajas de vivir en un pueblo
La vida en el campo es más barata en cuestión de alquiler, además si, por ejemplo, la persona que se exilia al pueblo tiene alguna parcela o terreno tiene la posibilidad de instalar una vivienda prefabricada es cuestión de pocas semanas, optando por una casa de madera, modular, o casa de piedra o una casa ecológica.
- El beneficio de vivir en lugar junto a la naturaleza, es respirar aire más limpio y con menor densidad de contaminación acústica y medioambiental favorece la salud de los habitantes.
- La vuelta a ciertas labores o trabajos menos estresantes, para muchas personas suponen un alivio en comparación con la presión de su trabajo u horas sentados frente a una pantalla. Por lo que aquellas personas con carácter ecologista se sienten en cohesión con lo que hacen.
- Aunque, para aquellos que no quieren o no pueden abandonar sus trabajos, el teletrabajo es una gran opción para mantener el puesto y beneficiarse de un entorno más seguro, menos impulsivo a las compras y al modelo capitalista y en reconexión con la naturaleza.
- Fraternidad. Echando un lado el protocolo Covid, en los pueblos la sensación de soledad y el individualismo se disipan. Es más fácil crear una comunidad donde todos se conocen y se ayudan.
Desventajas de volver al pueblo
Aunque existen plataformas como volveralpueblo.org que te facilita vivienda, tierras y negocios en algunas de las comarcas de distintas comunidades autónomas; lo cierto, es que no hay que idealizar la vuelta a la vida en el campo. Hay que sopesar sus ventajas y problemas respecto a la ciudad:
- No todos los pueblos tienen una buena conexión a internet y pueden tener frecuentes cortes de suministros. Por lo que de pasar a una hiperconectividad pasarás a un aislamiento, aunque sea es esto mismo lo que buscas puede ser negativo una desescalada brusca.
- Menor ocio: cine, teatro, parques temáticos, bares, restaurantes, etc. Aunque puede ser una motivación alejarse del consumismo, el poco ocio pueden llegar a desembocar aburrimiento y monotonía.
- Trabajo limitado: A no ser que trabajes de forma remota, el trabajo que podrás acceder será limitado.
- Servicios de salud: Algunos pueblos no tienen farmacia, ni hospitales ni centros de salud, por lo que a veces el más cercano está a kilómetros de tu residencia.
- Colegios y educación: Igual sucede respecto a las guarderías, colegios y actividades extraescolares. Educar a los hijos en un pueblo, y más si necesita apoyo o cubrir necesidades especiales es inviable.
Nosotros no podemos decidir por ti, así que es hora de que analices los pros y contras de volver al pueblo. Y en el caso de buscar una casa prefabricada en España para ocupar la parcela de tus abuelos y ser el nuevo hortelano de la comunidad no dudes en visitarnos o leer nuestros artículos.