Minicasas: ventajas e inconvenientes

Las minicasas o tiny houses se están convirtiendo en una de las tendencias en vivienda alternativa, especialmente para aquellas personas que quieren un estilo de vida sin la carga de una gran hipoteca que pagar.

Sin duda, el precio es una de las razones principales a la hora de elegir una casa, y las minicasas ofrecen la posibilidad de tener un hogar sin un desembolso considerable.

Sin embargo, vivir en una minicasa no sirve para todo el mundo, y lo que hoy es una ventaja, mañana puede ser una desventaja.

¿Son las minicasas bienes muebles o bienes inmuebles?

Las minicasas tienen una gran variedad de formas y estilos. Una tiny house puede ser una cabaña de madera en el bosque, una lujosa casa de campo frente al mar o incluso un contenedor de transporte reutilizado.

Independientemente del estilo, antes de ver las ventajas y desventajas de las minicasas es sumamente importante saber a nivel legal si las minicasas siguen la misma legislación que las casas tradicionales.

La respuesta es sencilla, ya que todo dependerá de si se trata de una minicasa móvil o no. O dicho de otra forma, si está adherida o no al suelo.

Si quieres que tu minicasa esté fija a un terreno y se enganche a los suministros de agua y energía será considerada un bien inmueble al igual que las viviendas tradicionales, por lo que seguirá los procesos que recoge la LOE y el CTE.

Ahora bien, si la finalidad de tu mini casa prefabricada es poder transportarla y además es autosuficiente en recursos, estaremos hablando de un bien mueble, como si fuese una casa móvil, como una mini casa remolque, y por tanto se evitarían ciertos impuestos de bienes inmuebles.

Teniendo esto en cuenta, lo que es 100% seguro es que las minicasas llevan al extremo los pros y los contras de la vida en casas pequeñas. En comparación con una casa media, o incluso con una casa pequeña normal, una casa diminuta te da menos de todo: menos espacio, pero también menos gastos, menos mantenimiento y menos gasto de energía.

Ventajas de las minicasas

  • Sin hipoteca: Si eres una persona que se centra en mantener su deuda al mínimo, no es de extrañar que estés pensando en comprar una minicasa. Lo que sí podría ser un inconveniente, es que debes tener suficientes ahorros para poder financiarla, ya que te resultará más complicado conseguir un préstamo para estructuras tan pequeñas.
  • Flexibilidad y movilidad: como hemos visto, una tinyhouse podría convertirse fácilmente en una pequeña casa móvil para que pueda ser trasladada fácilmente, lo que da cierta libertad de establecerse en otros lugares.
  • Minicasas personalizadas: Dependiendo de lo lujosa que quieras tu casa, estos pequeños espacios se pueden personalizar con diferentes materiales para la cocina y el baño, como granito, vidrio reciclado, cuarzo o azulejos por una fracción de lo que costaría construir una casa tradicional. También se puede construir una minicasa de madera, mini casa contenedor
  • Menor gasto de servicios públicos: Las facturas de electricidad, agua y gas son mínimas, ya que vives en un espacio pequeño. Puedes reducir o eliminar completamente tus facturas si decides instalar paneles solares, convirtiendo tu hogar en una mini casa autosuficiente.
  • Mantenimiento sencillo: Una mincasa es fácil de cuidar. Al tener menos espacio que limpiar y menos electrodomésticos para reparar, los propietarios de casas pequeñas pueden dedicar menos tiempo a las tareas y más a su trabajo, aficiones y relaciones.

Desventajas de las minicasas

  • Espacio limitado: Aunque los constructores son cada vez más creativos a la hora de aprovechar al máximo el espacio, vivir en una minicasa significa tener el espacio justo para vivir cómodamente. Si bien una casa diminuta es un hogar cómodo para una o dos personas, puede resultar muy limitada para una familia entera compartiendo un espacio tan pequeño.
  • Almacenamiento limitado: Si tienes 50 pares de zapatos o eres una persona que acumula libros o videojuegos, puede que una tinyhouse no sea adecuada para ti. El minimalismo debe ser tu forma de vida, racionalizando tus posesiones para tener solo lo que usas.
  • Más tareas: Vivir en una casa diminuta conlleva más tareas domésticas que de primeras no se contemplan en viviendas tradicionales. Por nombrar sólo algunas: vaciar el inodoro, transportar agua y comprar combustible o pellets para un calentador.
  • Ocio limitado: Organizar grandes fiestas o incluso invitar a algunos amigos a cenar puede ser un reto en una casa pequeña. La mejor opción es crear un espacio exterior para recibir a los invitados.
  • Financiación. Lo comentábamos en la parte de las ventajas. Para quienes no pueden permitirse comprar o construir una casa pequeña al contado, conseguir un préstamo es más difícil que para otros compradores de viviendas. Por lo general, no es posible obtener un préstamo hipotecario estándar, porque los bancos no consideran que una minicasa tenga suficiente valor para ser una buena garantía.

¿Deberías comprar una minicasa?

Vivir en una minicasa en España no es para todo el mundo. Quien tenga claustrofobia o esté muy apegado a las pertenencias que ocupan mucho espacio no se sentirá cómodo en un espacio tan pequeño.

Y, por supuesto, cuanto más grande sea la familia, más difícil será la convivencia en un espacio diminuto, aunque hay varias formas de solucionar este problema.

En general, la vida en minicasas será ideal para quienes están dispuestos a abandonar el ideal social generalizado de que «cuanto más grande, mejor» y sustituirlo por el «menos es más».

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